1. Falta de colaboración en el hogar, a la hora de tomar decisiones, lo que puede provocar una falta de respeto entre los miembros de la familia.
2. Una continua sucesión de conflictos entre ellos, lo que puede llegar a provocar daños psicológicos.
Sobre todo en adolescentes, los continuos conflictos en al ambiente familiar dan lugar a una serie de consecuencias que afectaran de forma muy negativa tanto al individuo como a su rendimiento escolar, social y emocional: problemas con las drogas, se vuelven violentos, antisociales...
Por todo ello, es muy importante mantener la armonía familiar, sobre todo para los niños o los adolescentes que se están formando académicamente y necesitan los estímulos positivos necesarios para realizar esta tarea con éxito, y para que su desarollo emocional y social sean satisfactorios.




No hay comentarios:
Publicar un comentario